Marknadens största urval
Snabb leverans

Böcker av Emilio Salgari

Filter
Filter
Sortera efterSortera Populära
  • av Emilio Salgari
    360,-

    Il Gange, questo famoso fiume celebrato dagli indiani antichi e moderni, le cui acque son reputate sacre da quei popoli, dopo d'aver solcato le nevose montagne dell'Himalaya e le ricche provincie del Sirinagar, di Delhi, di Odhe, di Bahare, di Bengala, a duecentoventi miglia dal mare dividesi in due bracci, formando un delta gigantesco, intricato, meraviglioso e forse unico. La imponente massa delle acque si divide e suddivide in una moltitudine di fiumicelli, di canali e di canaletti che frastagliano in tutte le guise possibili l'immensa estensione di terre strette fra l'Hugly, il vero Gange, ed il golfo del Bengala. Di qui una infinità d'isole, d'isolotti, di banchi, i quali, verso il ...

  • av Emilio Salgari
    390,-

    Il Gange, questo famoso fiume celebrato dagli indiani antichi e moderni, le cui acque son reputate sacre da quei popoli, dopo d'aver solcato le nevose montagne dell'Himalaya e le ricche provincie del Sirinagar, di Delhi, di Odhe, di Bahare, di Bengala, a duecentoventi miglia dal mare dividesi in due bracci, formando un delta gigantesco, intricato, meraviglioso e forse unico...

  • av Emilio Salgari
    416,-

    La cerimonia religiosa, che aveva fatto accorrere a Gauhati, una delle più importanti città dell'Assam indiano, migliaia e migliaia di devoti seguaci di Visnù, giunti da tutti i villaggi bagnati dalle sacre acque del Brahmaputra, era finita. La preziosa pietra di Salagraman, che altro non era che una conchiglia pietrificata, del genere dei corni d'Ammone, di color nero, ma che nel suo interno celava un capello di Visnù, il dio conservatore dell'India, era stata ricondotta nella grande pagoda di Karia, e probabilmente già nascosta in un ripostiglio noto solo al rajah, ai suoi ministri ed al grande sacerdote. Le vie si sfollavano rapidamente: popolo, soldati, bajadere, suonatori, s'affret...

  • av Emilio Salgari
    360,-

    ¿ Sette!... ¿ Cinque! ¿ Undici! ¿ Quattro! ¿ Zara!... ¿ Corpo di trentamila scimitarre turche! Che fortuna avete voi, signor Perpignano! Sono ottanta zecchini che mi guadagnate in due sere. Ciò non può durare! Preferisco una palla di colubrina in corpo e per di più una palla di quei cani di miscredenti. Almeno non mi scorticherebbero dopo presa Famagosta. ¿ Se la prenderanno, capitano Laczinki. ¿ Ne dubitate, signor Perpignano? ¿ Sì, almeno per ora. Finchè abbiamo gli schiavoni, Famagosta non verrà presa. La Repubblica Veneta sa scegliere i suoi soldati. ¿ Non sono polacchi. ¿ Capitano, non offendete i soldati dalmati. ¿ Non ne ho avuto alcuna intenzione, tuttavia se qui vi fos...

  • av Emilio Salgari
    356,-

    ...Questi dialoghi, queste grida, queste scommesse, le une più stravaganti delle altre, si incrociano in tutti i sensi, si fanno ovunque. Yankee, canadesi, inglesi scommettono: con pari furore, sterline e dollari corrono dappertutto, mentre la folla si agita, si urta, si spinge, si schiaccia contro un grande recinto, rovesciando i policemen. che non sono più in grado di trattenerla, malgrado non risparmino i colpi di mazza, che grandinano sui più impazienti con sordo rumore. Dalle prime epoche della sua scoperta, mai si era veduta tanta gente radunata sulle spiagge dell'Isola Brettone. Da tre giorni, battelli a vapore, barche a vela, scialuppe e lance rovesciavano su quelle sponde americ...

  • av Emilio Salgari
    286,-

    Non avete udito mai parlare di mastro Catrame? No?... Allora vi dirò quanto so di questo marinaio d'antico stampo, che godette molta popolarità nella nostra marina: ma non troppe cose, poiché, quantunque lo abbia veduto coi miei occhi, abbia navigato molto tempo in sua compagnia e vuotato insieme con lui non poche bottiglie di quel vecchio e autentico Cipro che egli amava tanto, non ho mai saputo il suo vero nome, né in quale città o borgata della nostra penisola o delle nostre isole egli fosse nato. Era, come dissi, un marinaio d'antico stampo, degno di figurare a fianco di quei famosi navigatori normanni che scorrazzarono per sì lunghi anni l'Atlantico, avidi di emozioni e di tempeste...

  • av Emilio Salgari
    346,-

    Un relámpago cegador, que dejó ver durante unos instantes las nubes tempestuosas empujadas por un viento furiosísimo, iluminó la bahía de Malludu, una de las más amplias ensenadas que se abren en la costa septentrional de Borneo, más allá del canal de Banguey. Siguió un trueno espantoso que duró bastantes segundos y que semejó el estallido de veinte cañones. Los altísimos pombo de enormes naranjas, las espléndidas arengas saccharifera, los upas de jugo venenoso, las gigantescas hojas de los bananos y de las palmas denticuladas se doblegaron y luego se contorsionaron furiosamente bajo una ráfaga terrible que se adentró con ímpetu irresistible en la inmensa selva. Ya hacía bastantes horas que había caído la noche, una noche oscurísima que solamente iluminaban de vez en cuando, a intervalos larguísimos, los relámpagos.

  • av Emilio Salgari
    346,-

    Cualquier otro hombre que no hubiera sido malayo sin duda se habría roto las piernas en aquel salto, pero no ocurrió así con Sandokán, que, además de ser duro como el acero, poseía una agilidad de cuadrumano. Apenas había tocado tierra, hundiéndose en medio de un parterre, cuando ya se había puesto en pie con el kriss en la mano, dispuesto a defenderse. Afortunadamente el portugués estaba allí. Saltó a su lado y, agarrándolo por los hombros, lo empujó bruscamente hacia un grupo de árboles diciéndole: ¿ ¡Pero huye, desgraciado! ¿Es que quieres dejarte fusilar? ¿ ¡Déjame, Yáñez! ¿dijo el pirata, poseído de una viva exaltación¿. ¡Asaltemos la quinta! Tres o cuatro soldados aparecieron en una ventana, apuntándoles con los fusiles. ¿ ¡Sálvate, Sandokán! ¿se oyó gritar a Marianna. El pirata dio un salto de diez pasos, saludado por una descarga de fusiles, y una bala le atravesó el turbante. Se volvió, rugiendo como una fiera, y descargó su carabina contra la ventana, rompiendo los cristales e hiriendo en la frente a un soldado. ¿ ¡Ven! ¿gritó Yáñez, arrastrándolo fuera de la casä. Ven, testarudo imprudente. La puerta de la casa se abrió, y diez soldados, seguidos de otros tantos indígenas empuñando antorchas, se lanzaron a campo abierto. El portugués hizo fuego a través del follaje. El sargento que mandaba la pequeña cuadrilla cayó.

  • av Emilio Salgari
    346,-

    ¿¡Nos espera una mala noche, muchachos! ¿dijo poco antes de ponerse el sol el coronel Devandel, a quien el Gobierno americano había mandado con gran premura al frente de cincuenta hombres apenas a perseguir a los cowboys en las montañas de Laramie¿. ¡Mucha vigilancia o, de lo contrario, los indios aprovecharán la ocasión para atravesar la garganta del Funeral! El bravo soldado, que había conquistado sus galones primero en la guerra contra Méjico y después peleando denodadamente en las fronteras del Far- West contra los indómitos pieles rojas, no se engañaba en sus predicciones. Las altas cimas de las montañas que se extienden entre los confines meridionales del Wyoming y los septentrionales del Colorado habíanse cubierto de densas nubes, y el trueno no tardó en hacer oír su voz poderosa. A los pocos instantes comenzó a caer sobre el campamento una lluvia torrencial, que obligó a los centinelas a replegarse más que de prisa hacia los furgones dispuestos en cruz de San Andrés para defender las tiendas de una sorpresa probable. Sólo los soldados jóvenes, que hasta pocos días antes habían estado dedicados a recorrer praderas y que se hallaban, por tanto, habituados a afrontar las intemperies, se mantuvieron obstinadamente en la extremidad de una peligrosa vereda que conducía al llamado paso del Funeral.

  • av Emilio Salgari
    346,-

  • av Emilio Salgari
    400,-

    En la mañana del día 20 de abril de 1857, el vigía del faro de Diamond- Harbour, advertía la presencia de un barco pequeño que debía de haber entrado en la embocadura del río Hugly durante la noche sin reclamar los servicios de ningún piloto. A juzgar por sus enormes velas, parecía un velero malayo; pero el casco no se parecía a los de los praos, pues no llevaba los balancines que usan éstos para apoyarse mejor en las aguas, cuando las ráfagas de viento son muy violentas, ni tampoco aquella especie de toldilla, propia de las embarcaciones de ese tipo y que los indígenas denominan con el nombre de attap. Estaba construido con franjas de hierro y durísima madera, no tenía la popa baja, y su desplazamiento era tres veces mayor que el de los praos ordinarios, los cuales en muy pocas ocasiones llegan a las cincuenta toneladas. Fuera lo que fuese, era un velero muy bonito, largo y estrecho, que, con un buen viento de popa, debía de bogar mucho mejor que todos los buques de vapor que por entonces poseía el Gobierno anglo-hindú. En suma, era un barco que recordaba, si exceptuamos su arboladura, a aquellos otros famosos que violaron el bloqueo en la guerra entre el Sur y el Norte de Estados Unidos.

  • av Emilio Salgari
    346,-

    A principios de abril de 1850 iba costeando la región occidental de la tierra de Carpentaria, perteneciente al continente de Australia, una de las esbeltas naves chinas llamadas juncos. Tienen estos barcos alta arboladura, con grandes velas de estera, y la proa alta y redondeada. Los dos grandes escobenes para las cadenas de las anclas que llevan a proa, y que por las pinturas que los adornan semejan ojos, dan a esas naves aspecto de monstruos marinos. El junco navegaba despacio y con grandes precauciones.Treinta hombres de cráneos rapados y largas trenzas en la nuca, piel amarilla, ojos oblicuos, medio desnudos varios de ellos y otros vestidos con anchas túnicas y calzones, también anchos, de tela floreada, estaban alineados en la borda de la nave, con las cuerdas de maniobras entre las manos, dispuestos a orientar las velas a la primera orden.De pie en el castillo de proa un hombre de alta estatura, facciones enérgicas, piel bronceada y vestido a la europea, examinaba atentamente la costa australiana con un poderoso anteojo. Podría tener unos cuarenta años, y parecía ser el comandante de aquella tripulación de chinos. Detrás de él dos jóvenes de diez y seis y veinte años, respectivamente, de piel blanca como la de los europeos, pero no atezada como la que suele distinguir a la gente de mar, parecían esperar con cierta ansiedad el resultado de la minuciosa observación que estaba practicando el del anteojo.

  • av Emilio Salgari
    460,-

    Una recia voz, que tenía una especie de vibración metálica, se alzó del mar y resonó en las tinieblas lanzando estas amenazadoras palabras:¿¡Eh, los de la canoa! ¡Deteneos si no queréis que os eche a pique!La pequeña embarcación, tripulada solo por dos hombres, avanzaba trabajosamente sobre las olas color de tinta. Sin duda huía del alto acantilado que se delineaba confusamente sobre la línea del horizonte, como si temiese un gran peligro de aquella parte; pero, ante aquel grito conminatorio, se había detenido de manera brusca. Los dos marineros recogieron los remos y se pusieron en pie al mismo tiempo, mirando con inquietud ante ellos y fijando sus ojos sobre una gran sombra que parecía haber emergido súbitamente de las aguas. Ambos hombres contarían alrededor de cuarenta años, y sus facciones rectas y angulosas se acentuaban aún más con unas espesas e hirsutas barbas que seguramente no habían conocido nunca el uso de un peine o de un cepillo.

  • av Emilio Salgari
    416,-

    Jolanda, la figlia del Corsaro Nero è un romanzo scritto da Emilio Salgari, uno dei più importanti scrittori di avventure della letteratura italiana. Il libro, pubblicato per la prima volta nel 1905, racconta la storia di una giovane donna che viene rapita dal Corsaro Nero, un famoso pirata, e le sue avventure in mare e a terra. Jolanda è un personaggio coraggioso e determinato, che affronta le sfide della vita con forza e determinazione. La sua forza interiore e la sua intelligenza la aiutano a sopravvivere a molte peripezie e a trovare la felicità. Il Corsaro Nero, d'altra parte, è un personaggio controverso, un pirata che ha fatto la fortuna e la fama grazie alla sua audacia e alla sua crudeltà. Tuttavia, il romanzo mostra anche un altro lato di lui, un uomo che cerca la redenzione e che, alla fine, trova l'amore e la pace. Il libro è scritto in uno stile avvincente e coinvolgente, che trasporta il lettore in un mondo di avventure e di pericoli. La descrizione dei paesaggi e dei personaggi è molto vivida e dettagliata, rendendo il romanzo un'esperienza emozionante e immersiva. Si tratta di un libro che vale la pena di essere letto. Con la sua combinazione di avventura, romanticismo e suspense, offre un'esperienza unica e appassionante che rimarrà impressa nella memoria del lettore. Il romanzo è un classico della letteratura italiana che ha ispirato molte generazioni di lettori e che continua a essere amato e apprezzato ancora oggi (Aonia edizioni).

  • av Emilio Salgari
    376,-

    La rivolta mahdista del Sudan contro le truppe anglo-egiziane fa da sfondo al disperato amore fra la bellissima Fathma e il valoroso Abd-El-Kerim. Già promesso alla bella ma crudele Elenka, sorella dell'amico Notis, Abd-El-Kerim cede al fascino di colei che, rapita e forzatamente designata quale favorita del Mahdi, è riuscita a fuggire travestita da danzatrice. Il tempestivo intervento del giovane che salva la Favorita dall'assalto di un leone sigillerà definitivamente l'amore fra i due, scatenando l'odio di Notis ed Elenka. I due innamorati dovranno guardarsi dalle loro insidie e contemporaneamente sfuggire alle ricerche del Mahdi. Lo scontro finale fra le rivali, vedrà Fathma trionfare sulla perfida Elenka, per poi lottare contro Notis nell'ultimo disperato sforzo in aiuto dell'amato Abd-El-Kerim (Aonia edizioni).

  • av Emilio Salgari
    806 - 1 096,-

  • av Emilio Salgari
    330 - 476,-

  • av Emilio Salgari
    330 - 476,-

  • av Emilio Salgari
    320,-

  • av Emilio Salgari
    306,-

    Il protagonista della vicenda è il Corsaro Nero, pseudonimo di Emilio Roccabruna, signore di Ventimiglia. La trama è ambientata alla fine del Seicento, quando Inghilterra e Francia stanno cercando di contrastare gli spagnoli. Il signore di Ventimiglia e i suoi due fratelli sono costretti dalle circostanze a diventare corsari e si scontrano con il perfido Van Guld che, catturati il Corsaro Verde e il Corsaro Rosso, li fa impiccare. L'unico superstite, il Corsaro Nero, giura sui loro cadaveri eterna vendetta contro Van Gould e tutta la sua famiglia.Ma il destino, sotto forma della bellissima figlia di Van Guld, Honorata, ci mette lo zampino: il Corsaro Nero, catturata per caso la fanciulla, senza sapere chi sia, se ne innamora, ricambiato. Al termine del romanzo, che come di consueto per Salgari lascia la vicenda aperta, ecco cosa accade. Il Corsaro Nero ha appena scoperto che la donna che ama è la figlia del suo acerrimo nemico, e deve compiere una scelta terribile: il suo giuramento gli impone di ucciderla. Egli tuttavia non ha il coraggio di farlo materialmente e abbandona la giovane in mezzo al mare su una scialuppa.

  • av Emilio Salgari
    396 - 706,-

  • av Emilio Salgari & Michael Amadio
    280,-

  • av Emilio Salgari
    406,-

    "This is a new genre in 19th century Italy. It is only suggested, and resolved in the great humanity that the characters that animate the novel have, but I have no doubts, it is precisely the Splatter of the 70s ". -Marty Berro"Salgari shows us the bold face of life, and creates the irresistible need to stay inside it, participate in it". -Vittorio GiuseppeSandokan, the Malaysian pirate, fights in Assam in a green hell swarming with life and dangerous animals with which he engages in furious fights. and what he has to cope is not less pitiless and violent than the deceptions, alliances and brutalities of the Assam rajah's court, which Yanez is facing. Eventually, together with Yanez, Sandokan will demonstrate that he knows how to deal with men and animals with military skill and genius, engaging in with his friends, Kammamuri, and the beautiful Surama, a deadly and relentless challenge to conquest the throne of Assam stolen to the family of Surama.

  • av Emilio Salgari
    386 - 606,-

  • av Emilio Salgari
    340 - 606,-

  • av Emilio Salgari
    400,-

  • av Emilio Salgari
    466,-

    Il primo libro della saga de I Pirati della Malesia. Una straordinaria storia di guerra e amore. Sandokan, principe spodestato e pirata del Borneo combatte contro le forze coloniali inglesi. L'odio nel suo cuore e la violenza della sua indole però si annullano in una straordinaria passione per la bellissima Marianna, la Perla di Labuan. Da quel momento niente sarà più lo stesso e il suo amore lo obbligherà a una scelta che trasformerà per sempre la sua vita e le sorti della pirateria nei mari della Malesia.

  • av Emilio Salgari
    400,-

    'Nulla è inventato, tutto è garantito da una fonte. Tuttavia l'assemblaggio è quello inimitabile di Emilio Salgari' - Claudio Gallo (Collana RCS)'Le avventure di cui scrive Salgari, la lingua in cui ne parla sono uno dei primi prodotti italiani degni di questo nome, e cosa più importante, convincono come le canzoni all'aria aperta' - Giuseppe Lippi (Letture 571).Ecco l'appassionante storia d'amore tra Tremal-Naik, un giovane e coraggioso bengalese, e Ada Corishant, incantevole giovane donna europea. Il loro amore è contrastato da Suyodhana, feroce capo della setta dei thug, gli adoratori della sanguinaria dea indiana Kalì. Ma non è solo questo. Questa storia è soprattutto una lunga corsa lungo la fascia costiera delle Sunderbunds, la regione indiana che accoglie il gigantesco delta del Gange, un labirinto di pantani, fiumi e isolotti avvolti dalla Jungla Nera, che è misteriosa e intatta con le sue bestie feroci, gli alberi, e i fiori portentosi nell'epica di Salgari, straordinaria e inimitabile.

Gör som tusentals andra bokälskare

Prenumerera på vårt nyhetsbrev för att få fantastiska erbjudanden och inspiration för din nästa läsning.