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Al expresidente José Simón Azcona se le recuerda, entre muchas cosas, por su honestidad, por su energía para gobernar y por su contribución a la paz de Centro América. Las obras construidas en su administración (la represa Concepción y la Villa Olímpica en Tegucigalpa; así como el hospital Mario Catarino Rivas, en San Pedro Sula, por mencionar solo tres), continúan beneficiando a millones de hondureños.Este documento histórico registra el informe que el ingeniero Azcona, como le llamaba afectuosamente el pueblo, presentó, en su condición demandatario de la República, al Congreso Nacional en 1988. "Las elecciones, el voto popular, la alternabilidad en el poder, así como las relaciones armónicas entre los gobernados y los gobernantes, tipifican, sin duda, el sistema democrático, pero no lo perfeccionan", señaló el presidente Azcona en su discurso. Y agregó: "La satisfacción de las necesidades vitales, como la vivienda, la salud, el trabajo, la educación y la cultura, son los aditamentos que finalmente confieren a la democracia un perfil justo, razonable y humano".Muchos de los esfuerzos de su Gobierno estuvieron orientados a alcanzar esos objetivos, en medio de una época convulsa en la regióncentroamericana, afectada por los vientos de la guerra fría. Es un valioso informe que COLECCIÓN ERANDIQUE, con el objetivo de recuperar la memoria histórica del país, pone en las manos de la sociedadhondureña.