av Miguel Ángel Villacorta Hernández
600,-
La finalidad del libro es observar el nivel educación financiera que existe en España y proponer ideas para mejorarlo. La educación financiera no debe limitarse exclusivamente a expertos en el ámbito económico pues todas las personas, para el desenvolvimiento de la vida diaria, están obligadas a conocer términos y adquirir conocimientos de carácter económico-financiero. Cotidianamente, cada familia tiene que abrir cuentas bancarias, comprar a plazos, utilizar tarjetas para efectuar compras, sacar dinero de cajeros automáticos, solicitar préstamos, etc. Además de ello, a través de los medios de comunicación se transmiten términos y conceptos que son necesario comprender, como tributos, impuestos, inflación, tipos de interés, renta fija, renta variable, deuda pública, presupuestos, déficit, superávit, etc. El objetivo del primer capítulo es analizar el nivel de la educación financiera en España, y emitir propuestas para mejorarlo modificando los Planes de Estudio. Para su consecución se realizan tres análisis: en el primero se muestra diversos estudios realizados por instituciones nacionales e internacionales que dejan claro el escaso conocimiento de los conceptos económicos y financieros entre la población española, en el segundo se analizan las asignaturas impartidas en los estudios reglados no especializados con estos contenidos, y en el tercero se realiza un estudio empírico que muestra la transversalidad de los conceptos en el resto de las asignaturas que no son específicas de economía y finanzas. De estos estudios se infiere que la situación de la educación financiera no es la deseable. La finalidad del segundo capítulo es describir una experiencia docente de implantación de gamificación en materia contable y evaluar la adquisición de competencias definidas oficialmente como objetivo de dicha materia, mediante el análisis de la percepción de docentes y estudiantes.