Apóstol Pablo

A través de la comprensión de la "Psicología del Camino a Damasco", es necesario observar que estamos en un momento en que no solo debemos ver el lado material, sino considerar el aspecto espiritual. En este momento, la energía, el clima psíquico y espiritual, así como el estado de nuestro cosmos se aceleran a medida que continuamos la conciencia cambiante del Paradigma Global en curso, que comenzó en 2020. Es necesario considerar que estamos en un periodo de más de siete años de transformación (entre los años 2018-2026), en base a los efectos sobre la vida personal y la vida colectiva. Es un tiempo de separación material, de desapego de nuestras posesiones de tierra, un tiempo de retiro del consumismo, un tiempo para dar cuenta, un tiempo para dar cuenta de nuestros bienes espirituales, un tiempo para hacer grandes cambios en nuestro estilo de vida, aclarar nuestra mayordomía y salir de nuestra "zona de confort". Es hora de aligerar nuestro peso, disminuir nuestra huella material y aumentar nuestra presencia espiritual: es hora de desentrañar el lado material. Ahora debemos escuchar nuestra voz interior; usar nuestro discurso para construir y elevar nuestras vibraciones psíquicas y espirituales a niveles más altos. Es el momento de actuar más íntimamente con el mundo interior y abrir más espacio en nuestra agenda para la construcción consciente del alma, basada en los estudios de animus y anima. Es la "estación psíquica" para la cosecha y siembra de bienes del interior, con el objetivo de unir a las comunidades, así como comprender la composición de los opuestos. Tenemos una mente que puede pensar con razón, sentido común, pensamiento crítico y discernimiento, es decir, si ponemos en práctica estas facultades. Si no es así, ¿cómo nos esforzaremos por ejercer el juicio de nuestra mente (que es poderosa), cultivar y aplicar las facultades psíquicas y espirituales en la vida cotidiana y futura?