Om Bioluminosa
Bioluminosa es el nuevo libros de relatos de Rocío Tábora. Más que relatos, es un viaje, más que un libro, es un sortilegio. Una mujer surge de las ruinas del huracán Mitch, recita como conjuro las palabras que traerán alegría a su gente y al rededor de ella comienzan a congregarse los desamparados. El conjuro de Rocío Tábora es la literatura y enBioluminosa nos invita a sentarnos junto a ella al rededor del fuego reconfortante.
En el segundo cuento mujer y serpiente son una sola. Vemos ya que las palabras que alivian también matan, el hechizo sana y destruye. La mujer que seguimos nos dice que juega con las víboras, que no las teme.
Bioluminosa es un libro de soledades, de espera y retornos. En algún punto la hablante alega que no quiere volver a Honduras porque no vislumbra el porvenir, solo comer papeles -dice-, quiere reír y no puede.
De pronto el cristal se rompe, lo que antes era ya no vuelve a ser. Amigos, matrimonios, familias encuentran su final al paso del caballo de Atila, donde no vuelve a crecer la grama. Aquí Bioluminosa encuentra el Lipstick, la belleza de lo femenino. Walkiria ama el jazz, no sabe de dónde lo conoce pero esa música le da paz, sueña con escapar a Sambo Creek: otra vez el escape.
En la segunda parte del libro de Tábora, que podríamos llamar la espera, el mundo transcurre en habitaciones de hotel. Ya no sabemos a dónde, todas las habitaciones de todos los hoteles son iguales. La hablante ahora se siente ajena en su piel, se ve un espantapájaros, los pájaros comen maíz en su cabeza.
Luego resucita, vuelve del inframundo, ha comprendido la maldición de la tierra de muerto. El mundo entonces se abre a lo doméstico, como un explorador que ha encontrado el paraíso: la cocina, las pocas tazas que sobreviven de la vajilla de bodas, los hilos de costura que carecen de colores, son el tesoro al final del viaje. Toca reconstruir todo en el mundo de Bioluminosa, tendrán que quedarse huérfanos los ojales.
El libro cambia y es ahora un diario narrado en primera persona, donde la hablante está consciente de su lugar en el mundo. Ya el otro lado no existe, la mala noticia tampoco. Sale del hotel, que puede ser aún en cualquier parte y camina de regreso a casa, ya sin miedo de perderse. Bioluminosa busca su camino, incluso en contra de los consejos de las tías cautas. Ella sabe, lo siente, que hogar es el conjuro y funciona. Óscar Estrada
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