Om El Combate del Tejedor de Milagros
El joven ministro era un hombre atractivo, con gran sentido del humor y una disposición gentil; aún más, también tenía buen ritmo en la pista de baile y una impresionante voz cantante. Se decía que el Padre Gabriel era "tan fuerte como un buey" y se sabía que poseía un poder devastador en sus puños al pelear en el cuadrilátero de box. Por causa de sus múltiples atributos, muchas damas estaban atraídas a él. Las amistades íntimas que forjó con un número de ellas y los frecuentes episodios violentos en los que participaba lo metieron en problemas con las autoridades eclesiásticas durante su primer año. Ahora, lejos de su tierra natal, el Tejedor de Milagros debe enfrentar nuevos retos en su ministerio milagroso sacerdotal, sirviendo en el Ejército Norteamericano como capellán católico durante un tiempo en que los ardientes vientos de guerra empezaban a soplar desde el Medio Oriente. Deberá batallar valientemente contra la carne, el mundo, y el demonio.
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