El Coordinador, Libro 1

Un extranjero, con el corazón roto por desengaños amorosos, es reclutado para prestar sus servicios como asesor en un país. Vive un trabajo muy distinto al que él había supuesto, realizando asesoramientos y coordinaciones como persona de confianza en la sombra del Presidente. Para ello es nombrado comisario de inteligencia, asesor de la presidencia y coordinador del presidente. Al principio desconocía el riesgo que representaba su trabajo, de coordinador y comisario, aunque el de asesor tenía sus riesgos eran riesgos de responsabilidad que se diluían parcialmente en el conjunto de los asesores. Pero el de coordinador, se convirtió en el de mayor riesgo, ya que le hizo ser sujeto de 5 atentados, además de el odio de ciertos personajes que estaba dispuestos a pagar para que fuera ejecutado. Su trabajo como comisario era descubrir las tramas de corrupción y articular el sistema de trabajo para que su equipo pudiera realizar la investigación, el seguimiento y la imputación. Un trabajo nada apreciado por los corruptos. Entre los cuales se encontraban autoridades, cargos políticos, narcotraficantes, guerrilleros y mafias. Lo cual convertía su trabajo en algo de un riesgo sumamente elevado.
Hombre de confianza del presidente y de algunas autoridades que buscaban la justicia en el país, de militares con mando y sin él. Realizaba su trabajo ateniéndose a las normas, aunque al borde de ellas. Con una moral y ética, poco conocida en el país, intentaba cumplir con su trabajo a pesar del riesgo que ello suponía. Sus escoltas, todos ellos voluntarios asistían al coordinador poniendo en riesgo sus vidas e incluso las de sus familias. Pero ese era su trabajo.
El coordinador era su jefe; el coordinador era su amigo; el coordinador era su compañero y nunca los ponía en un riesgo en su trabjo, que no asumiera previamente él.
Cuando finaliza su mandato, para su seguridad, decide escribir un libro que guardado cautelosamente, contendrá los documentos demostrativos de sus acciones y porque tomó la decisión de hacerlas