Om Jose Pardal Libro Errante N-1 Trompeta
Libro de flexibilidad para trompetistas de jazz, clásica, etc. En el mundo de los instrumentistas de instrumentos de metal se desarrollan muchas aficiones y enfermedades, como la parálisis de Bell, la distonía oromandibular, el bruxismo, el síndrome de Satchmo y la ansiedad escénica. Los instrumentistas de viento son los más afectados y representan el 70% de los pacientes de la profesión. Un estudio de 2009 de 450 músicos de Argentina encontró que el 53% había sufrido alguna vez lesiones musculares, tendinosas y articulares, el 22% debido a traumatismos y el 17% debido a distonía.
La distonía es un síndrome menos frecuente, pero también afecta a los músicos, generando problemas en el sistema nervioso central, con movimientos involuntarios desencadenados por determinado acto repetitivo. La distonía oromandibular es una distonía focal caracterizada por espasmos involuntarios de los músculos masticatorio, facial y lingual. Se distinguen diferentes formas de distonía oromandibular: abierta, con desviación lateral y cerrada dependiendo de los músculos afectados.
La distonía del cierre oromandibular es causada por
Espasmos distónicos de los músculos temporal y masetero
Principalmente en este grupo sufren problemas en los músculos de los labios.
Síndrome de Satchmo, que es un desgarro muscular debido al esfuerzo de dicho músculo para hacer sonar el instrumento.
Distonía oromandibular Trastornos de la articulación temporomandibular, cuyos síntomas aumentan especialmente durante la práctica. Tocar instrumentos de viento daña los vasos sanguíneos del cerebro. Al igual que los atletas, requieren un calentamiento regular y regular, especialmente para los principiantes. ¡La coordinación de los músculos de la cara, los labios y la lengua ayuda a respirar! ¡Conocer la forma correcta de calentar previene secuelas médicas, como lágrimas, y mejora drásticamente el rendimiento!
Todo este calentamiento está coordinado con los músculos faciales, el aire, los pulmones y el diafragma, que es uno de los músculos más fuertes del cuerpo humano. El diafragma, ubicado debajo de los pulmones, es el principal músculo para respirar. Es un músculo alargado en forma de cúpula que se contrae de forma rítmica y continua y, la mayoría de las veces, de forma involuntaria. Al inhalar, el diafragma se contrae y se aplana, y la cavidad torácica se ensancha. Esta contracción crea un vacío que atrae aire hacia los pulmones. A medida que exhala, el diafragma se relaja y recupera su forma de cúpula y el aire es expulsado de los pulmones. Algunas emociones como la tristeza, el miedo, la ansiedad o el estrés pueden influir en la actividad diafragmática o en su correcto funcionamiento. A su vez, estas emociones pueden provocar alteraciones en la percepción del dolor. La actividad del diafragma también es fundamental en el mantenimiento de la postura y los cambios de posición corporal, tanto por su ubicación y sus zonas de inserción en el centro del cuerpo, como por sus contracciones aisladas; que se ha demostrado que produce alteraciones posturales dependiendo de la posición en la que nos encontremos. A nivel del sistema circulatorio, el diafragma facilita el retorno venoso y linfático; Esto se debe a que sus movimientos pueden provocar cambios en la presión corporal. Esta función será importante para la absorción de sustancias de la cavidad peritoneal, así como para una buena circulación sanguínea en el hígado y el abdomen. Las presiones sobre las vísceras abdominales producidas por el movimiento del diafragma favorecen los movimientos peristálticos y la función digestiva. A su vez, su función gastroesofágica también es relevante, ya que la parte crural del diafragma previene el reflujo gastroesofágico y está involucrada en otros procesos importantes. El control total del diafragma es importante para tocar cualquier instrumento de viento.
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