Dicen que es mejor dar que recibir, si esto es cierto, ¿por qué no existe una organización o secta que tenga integrantes que inventen algo, o que aporten algo, para mejorar al mundo? Pues Liliana conocerá a esa secta, después de integrarse a su nueva familia. Sus padres la dieron en adopción para deshacerse de un peso, de la responsabilidad que conlleva ser padre. Esto puede destrozar los sentimientos de cualquiera. Liliana deberá arreglárselas para que los peores momentos sean olvidados.
Para ser inventor hay que conocer la necesidad. Y Liliana, al menos, entenderá la necesidad de ayudar. ¿Quién no quisiera inventar un artilugio que detenga los tornados? Liliana, sí.
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