Om Tras La Huella De Mi Infancia
Esta es la historia de una familia clásica antioqueña, de paisas en el mejor sentido de la palabra. Empieza por allá a finales de la primera mitad del Siglo veinte cuando contraen matrimonio la distinguida María Leticia Londoño Posada y el finquero y distinguido arriero don Libardo Blandón Mejía
Se conocieron en Concordia, un pequeño pueblo anclado al suroeste de Antioquia, tierra cafetera por tradición.
Doña Leticia es hija de Don Lorenzo Londoño y la distinguida señora Micaela Posada, y don Libardo es hijo de Eleazar Blandón y Clementina Mejía. Vivían en la vereda de Burgos en una finca de su propiedad llamada "La Rocabra".
Estaba Leticia de paseo en el pueblo y allí conoció a Libardo; después de muchos ires y venires del destino se casaron y tuvieron diez hijos. Todos muy diferentes y distantes entre sí; sólo los une la misma chispa y los mismos apellidos, apellidos que llevarían orgullosos por el resto de sus vidas.
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