Om NOCHE DE SAN JUAN
LEONOR: No sé si podrás oír lo que no puedo callar.
INÉS: Lo que tú supiste errar, ¿no lo sabré yo sufrir?
LEONOR: Perdona el no haberte hablado, Inés, queriéndote bien.
INÉS: Ya es favor de aquel desdén pesarte de haber callado.
LEONOR: No me podrás dar alcance sin un romance hasta el fin. INÉS: Con achaques de latín,
hablan muchos en romance.
LEONOR: Las destemplanzas de amor no requieren consonancias.
INÉS: Si sabes mis ignorancias, lo más claro es lo mejor.
LEONOR: ¿Tengo de decir, Inés, aquello de escucha?
INÉS: No, porque si te escucho yo, necio advertimiento es.
LEONOR: Vive un caballero indiano enfrente de nuestra casa, en aquellas rejas verdes, cuando está en ellas, doradas. Hombre airoso, limpio y cuerdo, don Juan Hurtado se llama; dijera mejor, pues hurta, don Juan Ladrón, sin Guevara.
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